Rompiendo mitos sobre el modelo de producción de porcino
A pesar de que tanto ganaderos como veterinarios centran el foco de su actividad en asegurar el bienestar y salud de los animales, son muchos los que ponen en tela de juicio algunas de las prácticas llevadas a cabo en ganadería, así como su beneficio para el planeta y la sociedad en general.
Muchas de estas dudas surgen de mitos y estereotipos desactualizados, otorgándose a la ganadería una imagen muy distinta de la real. Sin ir más lejos, el modelo ganadero europeo (UE) es la columna vertebral de las zonas rurales de la UE. Además de suponer una fuente importante de alimentos nutritivos, claves para una dieta equilibrada, genera empleo y trabaja por una economía circular en la que la sostenibilidad adquiere gran relevancia.
Atendiendo a estos hechos, han surgido muchas alianzas sectoriales que pretenden mostrar la “Realidad Ganadera”. Con este nombre precisamente nace la campaña generada por Somos Ganadería, conjunto de organizaciones de sectores afines relacionadas con la ganadería unidas para intercambiar opiniones e información sobre temas de comunicación relacionados con la ganadería en España. Una forma de devolver a la ganadería su verdadero sentido y reflejar la gran aportación para el futuro de España y Europa.
Mitos y verdades sobre el porcino
En concreto, el sector porcino es uno de los más atacados con informaciones incompletas y erróneas. Alguno de estos mitos hace a alusión a:
- Las emisiones contaminantes por parte del sector porcino en España.
- El uso de los antibióticos en el ganado porcino.
- El agua consumida por el sector.
- La calidad y seguridad de sus alimentos…
Así, tal y como informa “Let´s talk about pork”, en el ámbito ambiental se acusa a los cerdos de producir muchos gases de efecto invernadero (GEI), sin embargo, la verdad es que el peso del porcino sobre el conjunto de este tipo de emisiones en España es solo del 1,9%. De hecho, solo en el año 2020 el sector porcino de capa blanca español ha reducido un 5,4 % sus emisiones GEI por cada kilo de carne producido con respecto a 2019. Un porcentaje que asciende hasta el 39,6 % en los últimos quince años.
En el ámbito de la sanidad y bioseguridad, en España todas las granjas tienen que contar por ley con un veterinario, encargado de velar por el bienestar animal, sanidad, higiene y bioseguridad. Además, los ganaderos europeos cumplen con los principios que marca la Plataforma Europea para el Uso Responsable de Medicamentos (EPRUMA) para mantener la buena salud de los animales. Y, en casos concretos como la problemática que suponen las resistencias antimicrobianas, el sector porcino ha sido pionero en instaurar programas para reducir el uso de aquellos antibióticos más críticos, como es el caso de colistina, que tras 6 años ha experimentado una reducción de casi el 100 %
En cuanto al bienestar de los animales, el modelo europeo de producción porcina cuenta con la normativa en bienestar animal más exigente del mundo, cumpliendo con los principios de la Organización Mundial de Sanidad Animal, englobados en el Convenio Europeo para la Protección de Animales en granjas ganaderas.
Una realidad muy diferente a la que muestran algunos
La realidad es que el modelo de producción europeo es un referente mundial en aspectos como el bienestar animal, la calidad o la seguridad alimentaria. Así, en este prisma integral confluyen:
- La ejecución de buenas prácticas en las granjas.
- La prevención de enfermedades animales mediante un completo programa sanitario y vacunal.
- La seguridad de los trabajadores con herramientas como el “primer manual de prevención de riesgos laborales en granjas porcinas”.
- Medidas específicas e integradas a lo largo de todo el modelo para el cuidado y el respeto al medio ambiente.
- El bienestar animal como protagonista de todos los procesos.
- Y la seguridad alimentaria gracias a la trazabilidad y a los puntos comentados anteriormente.
En definitiva, un modelo sostenible, rentable y acorde al bienestar de los animales. Un sistema que se refuerza y actualiza continuamente con novedades como el último RD 306/2020 de ordenación de granjas de porcino que entró en vigor el pasado día 1 de enero de 2022. Según este, todas las granjas de porcino deben contar con un Sistema Integral de Gestión de las Explotaciones (SIGE) con el que se pretende conseguir una reducción de hasta un 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en las granjas a partir de 2023. Así, el SIGE contempla hasta diez planes de gestión entre los que se encuentran un plan de gestión ambiental y de lucha contra el cambio climático, un plan de bioseguridad, y otros relativos al bienestar animal y uso racional de los antibióticos. Sin duda, un reflejo de la capacidad de adaptación del sector a las nuevas necesidades que nos marca ya no solo la población, sino el propio planeta.