Repaso a los circovirus porcinos
En la actualidad, los circovirus se encuentran ampliamente distribuidos a nivel mundial en la cabaña porcina. Fue a comienzos de los años 70 cuando se detectó por primera vez el circovirus porcino. Desde entonces, se han identificado cuatro tipos.Aunque el primero de ellos, el circovirus porcino tipo 1 (PCV1), no es considerado patógeno, es su “primo-hermano”, el circovirus porcino tipo 2 (PCV2), el que mayor quebradero de cabeza provoca en el sector. Así, el PCV2 se asoció por primera vez en 1995 en Canadá al síndrome multisistémico de adelgazamiento posdestete (PMWS), ahora conocido como enfermedad sistémica del circovirus porcino (PCV-SD). Por su parte, el papel como patógeno del PCV3 está aún en controversia; y algo similar ocurre con PCV4, todavía un “gran desconocido”, identificado muy recientemente en China.
Sin embargo, es probable que los PCV lleven circulando en los cerdos domésticos desde hace mucho tiempo. Así, las primeras lesiones asociadas a PCV2 se han observado en tejidos conservados de 1985. Y lo que es incuestionable es su elevada prevalencia, especialmente en el caso de PCV2 y PCV3, detectándose tanto en cerdos sanos como enfermos y en fetos momificados y mortinatos, lo que indica una transmisión tanto vertical como horizontal.
Pero ¿cómo surgen los PCV?
Parece que tanto PCV1 como PCV2 evolucionan a partir de circovirus en aves, primero infectando a los jabalíes y luego a los cerdos domésticos. Aunque recientes investigaciones también los relacionan con los circovirus en murciélagos. De lo que sí estamos seguros es de la alta tasa de evolución y mutación del PCV2, lo que da como resultado una alta diversidad filogenética. Así, actualmente son ocho (a – h) los genotipos conocidos de PCV2. La prevalencia de estos en el mundo ha ido variando. Mientras que inicialmente era el PCV2a el más presente, entre los años 2003 y 2006 el PCV2b le robó el puesto, y hoy día, es el PCV2d el que ocupa esta posición como genotipo más prevalente.
Aunque cuando en los años 70 un grupo alemán de investigación encontró los virus ADN icosaédricos de reducido tamaño (- son de hecho los organismos más pequeños con capacidad para infectar células de mamíferos –) en una línea de cultivo de riñón de cerdo se denominaron circovirus porcino, ya que solo podían identificar anticuerpos frente a él en el cerdo, parece que la infección por PCV2 y PCV3 puede no estar limitada a esta especie. Hay diversos estudios que así lo describen, mostrando infección por PCV en seres humanos y artrópodos. Pero sigue siendo un área por investigar con mayor detenimiento.
Signos clínicos y modo de acción
Ahondado en las manifestaciones clínicas, si bien es cierto que la mayoría de los cerdos están infectados por PCV2, un alto porcentaje no muestra signos clínicos, dándose por lo tanto una infección subclínica y siendo complicada su identificación. PCV2 provoca la enfermedad sistémica del circovirus porcino (PCV-SD) y puede dar lugar a infecciones secundarias, en especial, enfermedades respiratorias y reproductivas, diarrea, dermatitis porcina y síndrome de nefropatía (PDNS) en los cerdos infectados. Algo similar ocurre con PCV3, siendo probable una alta tasa de infecciones subclínicas.
Un aspecto clave del PCV2 es su modo de acción, atacando directamente a las células del sistema inmunitario, lo que facilita la infección con otros patógenos, dado el efecto inmunosupresor que genera en el hospedador. Además, la coinfección con parvovirus porcino, PRRSV o Mycoplasma hyopneumoniae favorece la replicación de PCV2. Y parece que ocurre lo mismo con PCV3.
Vacunación: clave para su control
Por todo ello, el impacto económico de PCV2 es indudable. Y para hacer frente a este patógeno, son muchas las vacunas comerciales que se han desarrollado a lo largo de los años: inactivadas, de subunidades, e incluso, con más de un genotipo de PCV2, lo que incrementa la cobertura antigénica.
Si quieres saber más, accede aquí a un interesante suplemento de revisión del circovirus porcino: “Variabilidad genética del circovirus porcino. Una actualización.