Jose-Antonio-Pecero-Sayago, Manejo, Sostenibilidad
Abordaje de la retirada del óxido de zinc
En diciembre de 2016, el Comité de Medicamentos de Uso Veterinario de la Agencia Europea del Medicamento recomendó la anulación de las autorizaciones de comercialización de los medicamentos veterinarios que contienen óxido de zinc, utilizados por vía oral en animales productores de alimentos. Esta recomendación fue el resultado de una revisión de la relación beneficio/riesgo de estos medicamentos. Se concluyó que los beneficios del óxido de zinc para la prevención de la diarrea en el cerdo no son mayores que los riesgos para el medioambiente
No existe una “varita mágica” para afrontar la retirada del óxido de zinc, así que debemos tener en cuenta un conjunto de estrategias que habrá que diseñar para cada granja.
El 26 de junio de 2017, la Comisión Europea, teniendo en cuenta los informes científicos y técnicos, estableció que todos los estados miembros que tuviesen medicamentos veterinarios autorizados cuya sustancia activa es óxido de zinc, para administración oral en especies productoras de alimentos, deberían revocar dichas autorizaciones en un período no superior a cinco años. Debido a esto, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha anunciado que las autorizaciones mencionadas quedarán revocadas con fecha de 26 de junio de 2022, no pudiéndose emplear en la fabricación de piensos medicamentosos.
El óxido de zinc está indicado para la prevención de diarreas por Escherichia coli después del destete. Hay que tener en cuenta que todavía no hemos encontrado ningún aditivo que sea igual de eficaz y barato frente a la diarrea post-destete que el óxido de zinc. Independientemente de la eficacia de la estrategia que utilicemos, se plantea un aumento del coste de producción por dos motivos:
- Mayor coste de los aditivos utilizados comparados con el óxido de zinc.
- Fórmulas de menor lisina/energía, que pueden subir las conversiones y/o bajar la ganancia media diaria.
Si trabajamos adecuadamente, el aumento de la conversión será escaso.
Estrategias para afrontar el cambio
No existe una “varita mágica” para afrontar la retirada del óxido de zinc, así que debemos tener en cuenta un conjunto de estrategias que habrá que diseñar para cada granja. Las más importantes en mi opinión son:
- Peso y edad del lechón al destete. A mayor peso y/o edad, menos problemas digestivos por E. coli tendremos después del destete.
- Enseñar a comer a los lechones durante la lactación. Es muy importante que el lechón haya aprendido a comer antes del destete. Hay que empezar con un buen lacto-iniciador en pequeñas cantidades, primero en la placa de calor, u otra superficie sólida si la hubiera, y posteriormente en plato, también en pequeñas cantidades, renovando el pienso varias veces al día.
- Acceso y calidad del agua. No sólo hay que enseñar al lechón a comer, también hay que enseñarlo a beber. Por supuesto que la calidad del agua debe ser correcta (agua potable), pero también debe ser de fácil acceso. Puede ayudar la administración de agua en platos y la elaboración de papillas antes del destete y en los días posteriores.
- Limpieza e higiene de las instalaciones. Debemos ser muy estrictos con la limpieza y desinfección de las instalaciones. Hay que revisar bien los lugares de difícil limpieza (como, por ejemplo, tolvas y bebederos). Igualmente hay que ser exigentes con la limpieza de material, ropa de trabajo, botas…
- Manejo de lotes. Todo dentro/todo fuera. No debemos mezclar animales ya destetados con los que se acaban de destetar. Deben permanecer en ambientes diferentes.
- Temperatura ambiental. Muy importante: no destetar a temperaturas inferiores a 25 grados centígrados, incluso a 27-28 grados si es posible. Después se bajará la temperatura paulatinamente.
- Bioseguridad. Tanto interna como externa.
- Control de plagas. Minimizar la población de insectos y roedores.
- Vacunación. Hay vacunas que nos pueden ayudar. Son muy eficaces sobre todo las que se utilizan para la prevención de la enfermedad de los edemas.
- Pienso:
- Pre-estárter y estárter.
- Es importante que el pre-estárter lleve una parte de materia prima cocida.
- La transición al estárter hay que hacerla mezclando progresivamente ambos piensos.
- Formulación.
- Niveles de energía/lisina más bajos.
- Materias primas más digestibles. Reducir la cantidad de harina de soja y formular con una fuente de proteína más digestible.
- Aumentar niveles de fibra.
- Calidad del pienso: debemos administrar un pienso que cumpla con las recomendaciones de contaminación microbiológica, correctamente formulado, fabricado, transportado y conservado.
- Aditivos:
- Mono, di y triglicéridos de ácidos grasos: muy eficaces al ser su mecanismo de acción independiente de pH, esto quiere decir que tienen un efecto bactericida en todos los tramos del tracto digestivo.
- Ácidos orgánicos: dependientes de pH, por la que su acción bactericida se limita en mayor medida a estómago y regiones craneales del intestino delgado. También son eficaces para ayudar a conseguir una correcta higiene del pienso.
- Probióticos: bacterias vivas que protegen y/o compiten frente a bacterias patógenas. También podrían mejorar la digestibilidad y modular la inmunidad.
- Prebióticos: sustancias que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas.
- Otros productos: posbióticos, aceites esenciales…
- Consumo de pienso. Es importante prevenir una bajada del consumo de alimento y posterior aumento excesivo (“atracón”), ya que es una causa directa de diarrea. Para esto se pueden seguir dos estrategias:
- Pienso muy apetecible y digestible para los lechones, para prevenir la bajada de consumo en los días posteriores al destete. Paralelamente hay que asegurar que no falle el suministro de pienso y agua.
- Ingesta restringida de alimento, para prevenir los aumentos excesivos de consumo o “atracones”.
- Pre-estárter y estárter.
- Formación del personal. Debe estar concienciado de que ya no tenemos el escudo del óxido de zinc.
Para afrontar la retirada del óxido de zinc debemos diseñar una estrategia para cada granja. Este conjunto de medidas no sólo afecta al pienso, podría incluir también reformas en el manejo, sanidad, personal o instalaciones.