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Inseminación artificial en cerdo ibérico

Uno de los hechos que más me sorprendió cuando empecé a trabajar como veterinario en ejercicio libre de la profesión, es el escaso número de granjas que trabaja con inseminación artificial en cerdo ibérico. Algunas lo intentaron y abandonaron por el escaso éxito, otras ni siquiera se lo han planteado, ya que lo ven como un sobrecoste, en lugar de una herramienta para organizar la granja y reducir los costes de producción. En contraposición, intentan cubrir con verracos Duroc inscritos en el libro genealógico, estos animales no están conformados anatómicamente para la monta natural, son torpes y de gran tamaño para una cerda tan pequeña, están seleccionados para saltar el potro y extraerles semen. En muchas donde se trabaja con inseminación, descartando problemas patológicos, se convive con fertilidades medias que rondan el 70 %. Quería aprovechar esta oportunidad para hacer hincapié en los defectos de manejo que observo en el campo.

Cuando trabajamos con inseminación artificial, nos encontramos con tres aspectos clave: RECELA, SEMEN y TÉCNICA DE INSEMINACIÓN.

Recela

Es necesario conseguir una rápida salida a celo, no sólo por reducir los días improductivos, sino también por la mayor fertilidad y prolificidad que tienen las cerdas que salen a celo los primeros días.

Es muy importante trabajar bien la curva de alimentación durante la lactación y conseguir un adecuado estado de carnes al destete, además nunca se deben ayunar las cerdas después del destete. Esto se debe a que tenemos que mantener niveles altos de insulina en sangre para favorecer la acción de la hormona folículo estimulante (FSH) y de la hormona luteinizante (LH), incluso puede ayudar la administración de azúcar en el peridestete. Del mismo modo, podemos valorar la administración de pienso de lactación desde el destete hasta la salida a celo, en lugar de gestación, por su mayor contenido en energía y lisina.

En cuanto al uso de hormonas, son de utilidad las prostaglandinas tras el parto para ayudar a la limpieza e involución uterina. Por otro lado, siempre he optado por usar las gonadotropinas a partir de los ocho días post-destete para las cerdas que no hayan salido a celo, ya que en mayor o menor medida siempre he tenido una reducción de fertilidad y prolificidad en cerdas tratadas con gonadotropinas frente a un grupo control.
Es fundamental la presentación de diferentes verracos todos los días entre el destete y la salida a celo para estimular la ovulación.

Por último, en cuanto al diagnóstico de celo, es importante que sólo marquemos las cerdas que muestren reflejo de inmovilidad al verraco o al operario, no se debe diagnosticar el celo basándonos en otros aspectos.

Semen

Es obligatorio observar una muestra de semen al microscopio antes de cada inseminación para evaluar su viabilidad, en el caso de que esta sea escasa o nula se debe desechar el semen.

Por otro lado, aunque en la actualidad los diluyentes aseguran muchos días de conservación del semen, es aconsejable utilizar semen lo más fresco y viable posible. El semen debe permanecer vivo hasta que se produzca la ovulación de la cerda, un semen con mucha viabilidad podría corregir deficiencias en la recela y en la elección de los tiempos de inseminación.

Es aconsejable el uso de termómetros de máximas y mínimas en la estufa de conservación. De este modo podremos detectar variaciones de temperatura que podrían provocar un “shock térmico” en las dosis seminales.

Técnica de inseminación

La técnica de elección en multíparas de cerda ibérica, por sus particularidades físicas y de comportamiento, debería ser la post-cervical. Esta técnica no va a mejorar los resultados de una inseminación cervical bien hecha, pero sí va a minimizar los errores que podrían aparecer, especialmente en cerda ibérica. Estos animales son nerviosos, no colaboran, bajan el culo hasta tocar el suelo y al conseguir introducir el catéter e inseminar, el reflujo suele ser abundante. Además, al contrario que la cerda blanca, donde cuanto más se estimula durante el proceso de inseminación mejor son los resultados, en cerda ibérica podemos provocar que se ponga aún más nerviosa y a la defensiva y empeorar los resultados.

Es necesario saber que durante los primeros tres días post-cubrición, el óvulo fecundado se encuentra bajo la protección de las trompas de Falopio. Debido a esto, podemos reagrupar a las cerdas antes de los 3 días post- inseminación. Este manejo puede ser importante en granjas de ibérico que no posean sala de cubrición, circunstancia que es bastante frecuente.

Teniendo en cuenta esto, podemos plantear dos opciones de manejo en granjas que no dispongan de sala cubrición, sin excesivo perjuicio para los datos productivos:

  1. Construir un pequeño número de jaulas de cubrición, teniendo en cuenta el número de cerdas que salgan a celo en uno o dos días, para poder seguir cualquier calendario de manejo.
  2. Seguir un calendario de manejo a tres bandas. En este caso, se cubre cada 7 semanas con lactaciones de 4 semanas. De este modo, dispondremos de casi 3 semanas para utilizar la sala de partos como sala de cubrición, limpiar, realizar un vacío sanitario y volver a llenar.

En la Tabla 1* se muestran los resultados productivos del año 2019 de dos granjas de la provincia de Badajoz, donde se aplica el manejo de inseminar y soltar. Bien sea en un pequeño espacio donde se han instalado jaulas de cubrición para seguir un calendario de manejo a 7 bandas (Manejo A) o en sala de partos (Manejo B). Los datos hacen referencia a inseminación artificial post-cervical en multíparas.

* TABLA 1
GRANJA CERDAS CUBIERTAS CERDAS PREÑADAS LECHONES NACIDOS VIVOS FERTILIDAD MEDIA DE NACIDOS VIVOS
MANEJO A 1029 881 7218 85.62 % 8.19
MANEJO B 584 533 4402 91.27 % 8.26

Por último, y no menos importante, la mayoría de las granjas de cerdo ibérico tienen que mejorar sus alojamientos de gestación. Suprimir las enormes cercas de tierra donde los animales sufren las inclemencias meteorológicas, beben agua estancada y son más difíciles de controlar, por alojamientos cubiertos y limitados. Facilitando además una correcta dosificación del pienso a las cerdas gestantes. Todo esto encaminado a minimizar las pérdidas embrionarias durante la gestación.

Igual de importante es que las cerdas tengan contacto con machos como mínimo hasta las 6 semanas de gestación, alrededor de este periodo es donde el embrión osifica y se convierte en feto, esto nos ayudará a minimizar las absorciones embrionarias.

Es indispensable para mejorar los costes de producción del cerdo ibérico, sobre todo en los malos tiempos que amenazan, mejorar los manejos relacionados con la inseminación artificial o perder el miedo a trabajar con ella en las granjas que todavía no la aplican.