Enfermedades, Jordi Baliellas Capdevia
Problemática actual de las cepas virulentas de PRRS
El impacto económico que puede ocasionar la enfermedad generada por el virus PRRS es variable en función de varios aspectos. Probablemente el de mayor influencia es el grado de virulencia de la cepa implicada en el caso clínico.
Existen varias cepas de virus PRRS de genotipo I tipificadas como virulentas, por ejemplo, la cepa Lena (Bielorusia 2016), la cepa PR40 (Italia 2014), la cepa AUT15-33 (Austria 2015) y la cepa 13V091 (Bélgica 2015). En España, en el año 2020 se detectó una cepa virulenta de posible entrada vía importación de lechones (cepa Rosalía).
En lo que se refiere a genotipo II, cabe destacar la cepa VR-2332 (1995), la cepa MN184 (2001) y recientemente la cepa 1-4-4 (2020). (Figura 1).
Figura 1. Cepas virulentas de PRRSV según genotipo. Ruedas et al. (2021).
A nivel científico, ha sido difícil definir las características de una cepa de virus PRRS para considerarla como virulenta. Recientemente, Ruedas-Torres et al. (2021) propusieron un modelo basado en distintos aspectos (Figura 2):
- Alta mortalidad y morbilidad.
- Afecta a varias edades.
- Signos clínicos severos: hipertermia, letargo, anorexia y otros.
- Neumonía intersticial severa y difusa (con presencia de bacterias oportunistas secundarias).
- Mayor y extenso tropismo.
- Carga viral mayor en tejidos y fluidos corporales.
- Mayor muerte celular (tejidos pulmonares y linfoides).
Figura 2. Características de las cepas virulentas de PRRSv. Ruedas et al. (2021).
Cómo controlar la diseminación del virus
Existen condicionantes de las cepas virulentas que pueden ayudar a su rápida diseminación ya que, teniendo en cuenta que las cargas virales en las secreciones corporales son mayores será más fácil la transmisión yatrogénica, por materiales contaminados, e incluso la vía aerógena.
Para evitar el aumento del riesgo de la diseminación de los virus entre granjas o zonas será primordial un alto nivel de:
- Bioseguridad: para evitar la nueva introducción y contagio entre los animales
- Biocontención: contener el virus para evitar la difusión en otras unidades, ya sea desde el punto de vista individual de granja, o colectivo de región o país.
La variabilidad genética de cepas de agentes patógenos suele aumentar cuando se introducen poblaciones de cerdos de otros países y, en consecuencia, la probabilidad de nueva entrada de virus y bacterias de mayor virulencia.
España se ha convertido en los últimos años en un país dependiente de la entrada de porcino de otros países, tanto reproductores como lechones. Esto ha hecho que los riesgos de entrada por esta vía aumenten siempre y cuando no se tomen las medidas oportunas.
Es importante tomar medidas desde el punto de vista individual y regional para poder evitar la nueva introducción y diseminación de nuevas cepas virulentas en un país o región.
La mayoría de las secuencias de cepas virus PRRS que se detectan en importaciones de lechones de otros países tiene baja similitud con las secuencias detectadas históricamente en las granjas españolas.
De esta forma, ante una detección de una nueva secuencia, y comparándola con las bases de datos existentes en el país, podemos hacer una predicción de su posible origen (nacional, regional o exterior al país)
Para poder utilizar estas herramientas, es necesario compartir la siguiente información entre los productores:
- los brotes en una zona: para crear un sistema de alerta para el resto de las granjas,
- las secuencias de los virus que producen estos brotes: para tipificar las cepas en una zona y realizar investigaciones epidemiológicas sobre su posible origen.