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El sector ganadero en general y, por tanto, el porcino, llevan años trabajando en la protección del medio ambiente, habiendo conseguido disminuir su impacto ambiental con reducciones muy significativas en el consumo de recursos, agua y energía, y también de las emisiones de gases contaminantes que produce cada kilo de carne de cerdo producido en España. El desarrollo del sector porcino español en las últimas décadas, además, se ha realizado bajo el modelo de producción europeo, que conlleva la aplicación de la legislación más exigente del mundo en materia de bienestar animal, seguridad alimentaria y cuidado del medio ambiente.

El desarrollo sostenible está desde hace tiempo en el centro del proyecto europeo. En los últimos años, la UE, junto con sus Estados miembros, ha asumido el firme compromiso de ser una de las primeras regiones del mundo en aplicar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. De este modo, la sostenibilidad se ha convertido en un elemento central de la política europea. La actual Comisión Europea anunció que en sus primeros 100 días de mandato presentaría una de las propuestas más ambiciosas para el crecimiento sostenible bajo el título de "Green Deal" o "Pacto Verde Europeo" que, como objetivo más relevante, se fijó la meta de alcanzar la neutralidad climática para el conjunto de la UE en 2050.

A partir de este "Pacto Verde Europeo" y sus objetivos generales, se han desarrollado varias estrategias sectoriales. En el ámbito de la agricultura y la alimentación, la Comisión Europea ha presentado una "Estrategia de la granja a la mesa" que pretende abordar los retos de los sistemas alimentarios sostenibles que vinculan la salud, el medio ambiente y la industria, cambiando el enfoque tradicional de la producción de alimentos por un nuevo enfoque global de "sistemas alimentarios", que implica la aplicación de la tecnología, la investigación y la innovación a los sistemas agrícolas tradicionales.

La estrategia "de la granja a la mesa" es un nuevo enfoque global de la forma en que la UE valora la sostenibilidad de los alimentos, incorporando no sólo objetivos medioambientales, sanitarios y sociales, sino también éticos, en relación con la forma de producirlos. Con esta estrategia, la producción de alimentos en la UE no sólo debe ser segura, abundante, nutritiva y de alta calidad, sino que también debe producirse de forma sostenible (Figura 1).

Figura 1. Estrategia “de la granja a la mesa” del Pacto Verde Europeo. Fuente: Unión Europea (traducido por los autores).

Objetivos “De la granja a la mesa” para el sector ganadero

La nueva estrategia "De la granja a la mesa" de la Comisión Europea establece una hoja de ruta para desplegar una serie de acciones a lo largo de toda la cadena de valor de la producción de alimentos con el fin de alcanzar objetivos medioambientales específicos. Para la producción ganadera, y la porcina en particular, las acciones y objetivos más relevantes incluidos en esta nueva estrategia son los siguientes:

• Neutralidad climática en 2050, reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero a través de la política energética de descarbonización, el fomento de las energías renovables y la reducción de emisiones directas de metano.
• Reducir las pérdidas de nutrientes en agricultura, al menos, en un 50 % sin alterar la fertilidad del suelo y reducir el uso de fertilizantes, al menos, un 20 % en 2030. Para ello, se elaborará un plan de acción de gestión integrada de nutrientes para aumentar la sostenibilidad del sector ganadero, fomentando el reciclaje de los residuos orgánicos como fertilizantes renovables.
• Reducir en un 50 % las ventas de antimicrobianos destinados a animales de granja.
• Revisar las políticas de bienestar animal aplicadas en la UE para adaptarlas a las últimas pruebas científicas, ampliar su alcance, facilitar su aplicación y garantizar un mayor nivel de protección animal.
• Impulsar el desarrollo de la agricultura ecológica, con el fin de que en 2030 el 25 % de todas las tierras agrícolas se dediquen a la agricultura ecológica.

El sector porcino español debe responder a todos estos retos planteados en la estrategia "De la granja a la mesa" y para ello debe seguir trabajando en aquellos aspectos que han permitido reducir la huella ambiental de la producción porcina en los últimos años e incorporar nuevos procedimientos y técnicas para alcanzar los nuevos y más ambiciosos objetivos de reducción de su impacto ambiental.