Con los costes de materias primas disparados, las exportaciones estancadas desde el frenazo chino, la amenaza de la peste porcina y el consumo europeo en retroceso ante la creciente animadversión hacia el sector cárnico, la producción de carne de calidad como atributo diferencial puede representar una estrategia tentadora, limitada por la percepción de valor del consumidor.
Isabel es Ingeniera Agrónoma por la Universidad Politécnica de Madrid. En 2021, obtuvo un máster en dirección de empresas (MBA) por la EAE Business School.
Ha dedicado toda su vida profesional al ámbito de la genética, trabajando en dos de las principales multinacionales del sector, donde ha desempeñado distintas labores, desde técnico de programa genético y dirección de centro de inseminación, hasta la actual gestión de grandes cuentas.
En todos los puestos en los que ha ejercido, ha estado orientada al análisis global de la rentabilidad de la cadena de valor, pasando por la producción de ganado y sus distintas opciones genéticas, hasta su posterior sacrificio y procesado.
Gracias a la vinculación de su familia al sector cárnico en general, y al porcino en particular, Isabel ha podido adquirir una buena parte de sus conocimientos prácticos.
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